La cartomacia. Espejos a distancia. No hay puertas. Repetición del sueño. Para ser otra. Día para no estar. El adiós. Para hacer un talismán. Si me puedes mirar. La caída. Llega en cada tormenta. Para destruir a la enemiga. Entre perro y lobo. Sol en Piscis. Habitación cerrada. En donde la memoria es una torre en llamas. Feria del hombre. Desdoblamiento en máscara de todos.

Esta poesía espléndida y misteriosa puede evocar ciertas obras mayores de la lírica moderna, cuyos elementos trasmuta con sutil alquimia, con una inspiración inspiración que -según observó H. A. Murena en ocasión de publicarse Las muertes- nace "no sólo del cerebro y el espíritu, sino también de los pulmones, del estómago, del corazón y del sexo, de una inspiración que hace latir en la letra escrita la totalidad de un ser humano", Los juegos peligrosos atestigua la madurez del talento de Olga Orozco y confirmará su preeminencia en nuestra poesía actual.